sábado, 7 de julio de 2012

ASERTIVIDAD


La asertividad es respeto hacia uno mismo, es decir, expresar las necesidades propias y defender los propios derechos, así como respeto hacia los derechos y necesidades de las otras personas.
                                                                    

Me respetas, te respeto.
 



TÉCNICAS ASERTIVAS DEFENSIVAS


Perseverancia: el Disco Rayado

¿A qué te das por vencido cuando te imponen algo? ¿A que eres incapaz de decirles que no aun cuando ves que lo que están haciendo es injusto contigo?  Un viejo truco: Repetir una y otra vez lo que queremos, sin enojarnos, irritarnos, ni levantar la voz. ¡Y sin dar explicaciones o excusas, que nos culpabilizarían! No debemos temer acabando sonando como un viejo vinilo rayado.
Repita su punto de vista con tranquilidad, sin dejarse ganar por aspectos irrelevantes (Sí, pero… Sí, lo sé, pero mi punto de vista es… Estoy de acuerdo, pero… Sí, pero yo decía… Bien, pero todavía no me interesa).

De esta forma les damos a entender que no estamos dispuestos a dejar que nos pisen, y al mismo tiempo impedimos que cambien el tema de conversación para llevarnos a su terreno.






La Razón para los sin razón o con ella: el Banco de Niebla

Esperan que nos defendamos para poder atacarnos más y más. Nos critican injustamente para que nos justifiquemos, con lo que implícitamente les estamos dando la razón (el que se pica ajos come), o para que les respondamos con otra crítica y les demos pie a ponernos de vuelta y media.

Es importantísimo no defendernos ni contra-criticarles. Simplemente, escuchemos lo que nos dicen, reconozcamos que pueden tener razón, no negar lo innegable y exponer nuestro punto de vista. Puede parecer que estamos siendo sumisos, pero es otra forma de confrontarles. Cuando no reaccionamos de la forma que esperan es fácil que se desinflen tras insistir un poco en lo mismo.

Esto es lo que David Burns llama la "técnica desarmante". Primero, le decimos que tiene (o puede tener) razón en lo que nos dice, pero nosotros pensamos de otra manera que le exponemos inmediatamente. Así, le comunicamos que efectivamente hemos escuchado su mensaje pero que no estamos dispuestos a renunciar a nuestros derechos porque a ellos les parezca que tenemos que ser sus esclavos o ser sumisos. Por ejemplo, es muy común que algunos jefes muestren este tipo de actitud impositiva, e inciten a un cuadro de discusión innecesaria.



Cuando se dan cuenta que hemos fallado o cometido una falta: la Aserción Negativa

¿Y si "realmente" hemos hecho algo mal? ¿Si hemos vulnerado los derechos de otra persona (sin darnos cuenta, porque si ha sido deliberadamente será que nos hemos pasado al otro bando) y ellos se dan cuenta o son las víctimas? ¡Menuda nos espera!    Ellos no asumen los errores: los proyectan en los demás. Si además encuentran que el otro ha cometido una falta, les ponemos en su situación favorita: criticar, criticar y criticar. ¿Qué hacer cuando no tenemos escapatoria? Pues lo que ellos nunca harían.
Responder a la crítica admitiendo que ha cometido un error, pero separándolo del hecho de ser una buena o mala persona. (Sí, llegué tarde al trabajo. Por lo general, suelo ser más responsable).

Reconozcamos el error e incluso critiquémonos nosotros mismos. "¡Qué increíble error por mi parte!" Al mismo tiempo, tendremos que hacerle ver con nuestra actitud que el mundo no se acaba porque nos hayan ganado la etapa en la misma línea de meta o seamos los que menos vendemos en la tienda.



Buscar el Área de Conflicto: la Interrogación Negativa

Al igual que no debemos tener reparos en reconocer que nos confundimos un montón de veces a la semana, tampoco debemos tenerlo para explorar más profundamente el conflicto con esa persona. Así, cuando nos critica se puede pedir aclaraciones, como diciendo "vamos a ver qué es lo que no te gusta de mi comportamiento" mientras seguimos asumiendo que el mundo no se acaba porque no le guste lo que hacemos.
Consiste en incitar a la crítica para obtener información que podrá utilizar en su argumentación. (Entiendo que no te guste el modo en que actué la otra noche en la reunión. ¿Qué fue lo que te molestó de él? ¿Qué es lo que te molesta de mí que hace que no te guste? ¿Qué hay en mi forma de hablar que te desagrada?)
 Técnica para procesar el cambio.

Desplazar el foco de la discusión hacia el análisis de lo que ocurre entre su interlocutor y usted, dejando aparte el tema de la misma. (Nos estamos saliendo de la cuestión. Nos vamos a desviar del tema y acabaremos hablando de cosas pasadas. Me parece que estás enfadado).

 

Técnica de la claudicación simulada

(Banco de niebla). Aparente ceder terreno sin cederlo realmente. Muéstrese de acuerdo con el argumento de la otra persona pero no consienta en cambiar de postura (Es posible que tengas razón, seguramente podría ser más generoso. Quizá no debería mostrarme tan duro, pero…).

 

Técnica de ignorar.

Ignore la razón por la que su interlocutor parece estar enfadado y aplace la discusión hasta que éste se haya calmado (Veo que estás muy trastornado y enojado, así que ya discutiremos esto luego).



Técnica del quebrantamiento del proceso.

 Responda a la crítica que intenta provocarle con una sola palabra o con frases lacónicas (Sí… no… quizá).





Técnica de la ironía asertiva.

Responda positivamente a la crítica hostil (Gracias…).



Técnica del aplazamiento asertivo.

 Aplace la respuesta a la afirmación que intenta desafiarle hasta que se sienta tranquilo y capaz de responder a ella apropiadamente. (Prefiero reservarme mi opinión al respecto… No quiero hablar de eso ahora).



ESTRATEGIAS DE BLOQUEO

Resulta de utilidad prepararte contra ciertas estrategias típicas que intentarán bloquear y atacar tus respuestas asertivas. Algunas de las más enojosas son:


Reírse. Responder a su reivindicación con un chiste (¿Sólo tres semanas tarde? ¡Yo he conseguido ser todavía menos puntual!) Utilice en estos casos la técnica para procesar el cambio (Las bromas nos están apartando del tema) y la del disco roto (Sí…, pero).


Culpar. Culparle a usted del problema (Haces siempre la cena tan tarde que luego estoy demasiado cansado para lavar los platos) Utilice la técnica de la claudicación simulada (Puede que tengas razón, pero tú estás rompiendo tu compromiso de lavar los platos), o simplemente no se muestre de acuerdo (Las diez es una buena hora para lavar los platos).


Atacar. Consiste en responder a su afirmación con un ataque personal del siguiente tipo: "¿Quién eres tú para molestarte porque te interrumpan? ¡eres la fanfarrona más grande que conozco!" Las mejores estrategias en estos casos son la técnica de la ironía asertiva (Gracias) junto con la del disco roto o la de ignorar (Veo que estás de mal humo, ya hablaremos más tarde).


Retrasar. Su reivindicación es recibida con una "Ahora no, estoy demasiado cansado" o "Puede que en otra ocasión…" Utilice en estos casos la técnica del disco roto o insista en fijar una fecha para discutir el asunto.


Interrogar. Consiste en bloquear cada una de sus afirmaciones con una serie continuada de interrogantes: "¿Por qué te sientes así?… Todavía no sé por qué no quieres ir… ¿Por qué has cambiado de opinión?" La mejor respuesta es utilizar la técnica para procesar el cambio (Porque no es ese el problema. La cuestión es que no quiero ir esta noche).


Utilizar la autocompasión. Su reivindicación es recibida con lágrimas y con la acusación implícita de que usted es un sádico. Intente seguir adelante con su guión, utilizando la técnica del acuerdo asertivo (Sé que te resulta doloroso, pero tengo que resolverlo).


Buscar sutilezas. La otra persona intenta discutir sobre la legitimidad de sus sentimientos o sobre la magnitud del problema, etc., para así distraer su atención. Utilice en estos casos la técnica para procesar el cambio (Nos estamos entreteniendo en sutilezas y apartándonos de la cuestión principal), junto con la reafirmación de su derecho a sentirse como se siente.


Amenazar. Su interlocutor intenta amenazarle con frases como esta: "Si sigues con la misma cantinela, vas a tener que buscarte otro novio" Utilice en estos casos la técnica del quebrantamiento del proceso (Quizá) y la de la pregunta asertiva (¿Por qué te molesta mi petición?) También puede utilizar la técnica para procesar el cambio (Eso suena a amenaza) o la de ignorar.


Negar. Consiste en hacerle creer que usted se equivoca: "Yo no hice eso" o "De verdad que me has malinterpretado" Reafírmese en lo que ha observado y experimentado y utilice la técnica de la claudicación simulada (Puede parecer que estoy equivocado, pero he observado que…).




POR QUÉ FALLAN  LAS  TÉCNICAS  ASERTIVAS

Las técnicas asertivas no son la panacea, pero si las aplicásemos la manipulación no sería necesaria. Cuando las empleamos con estas personas nos convertimos en modelos de una conducta socialmente deseable que no está en su repertorio. De alguna manera, les creamos una disonancia entre lo que son y lo que podrían ser, entre su inseguridad agresiva y nuestra seguridad asertiva. Sin embargo, no por ello dejan de emplear la manipulación con nosotros. Esto puede deberse a varias causas:

Que estén en una situación de poder. Si van subidos en el burro no van a tener ningún interés en bajarse. Esto puede suceder porque no tienen más interés en la relación que el de aprovecharse, o bien porque hemos tragado durante tanto tiempo que ahora nos tienen cogidos por el cuello.


Que nos generen tanto miedo que cuando se ponen "en plan" nos veamos bloqueados y traguemos con tal de no sufrir sus amenazas o su ira. En este caso no fracasarían las técnicas: Lo haríamos nosotros mismos.
Que sean más que simples manipuladores y entren en la categoría de "trastornos de la personalidad" del DSM-IV.


Los "cuelgues de teléfono": Si no conseguimos establecer una conversación con ellos siempre ganan. Como dice el refrán, "no hay mayor desprecio que no hacer aprecio". Nada maltrata psíquicamente tanto como que nos ignoren. Y si además tienen poder, se descontrolan tanto cuando se cabrean que nos atemorizan y tienen algún trastorno de personalidad...


REFORZAMIENTO DIFERENCIAL

    Ellos sólo nos atienden si hacemos lo que quieren: Se pasan una semana sin hablarnos si no accedemos a comprar lo que ellos quieren o dan la callada por respuesta a nuestras quejas cuando nos sentimos maltratados y simplemente pedimos un poco más de respeto. En cambio, nos escuchan cuando les decimos lo santa que es su madre o lo bien que hacen las cosas en su trabajo. Lo único que tienen claro es que tenemos que convertirnos en sus muñecos y les da igual el daño que nos hagan, sólo que produzcamos. Al final, siempre acaba siendo una cuestión de dinero.


    El manejo diferencial de la atención puede ser tan útil para nosotros como para ellos. Sólo tenemos que convertirnos en reforzantes. De alguna manera, ellos se hacen "imprescindibles" para nosotros, y pueden permitirse el lujo de ignorarnos, escucharnos, ponernos buena o mala cara en función de lo que hacemos. Si nosotros pudiésemos hacer lo mismo, tendríamos un arma más poderosa que las técnicas asertivas.


    Aquí entra en juego nuestra imaginación: ¿Qué tenemos de interesante para ellos? Puede haber muchas cosas. Tal vez sea simplemente sexo (el legal es complicado conseguir fuera de la pareja contratada), disponibilidad de tiempo libre para pasearlos, o capacidad de trabajar para ellos. Aunque la situación social sea complicada para nosotros, aunque hayamos puesto mucho más que ellos en la relación, siempre tendremos una parcela que les interese y que sea exclusivamente nuestra. Pues utilicémosla. Trabajemos sólo cuando nos respetan y nos miman. Probablemente no podamos hacer nada para evitar que se gasten todo el fruto de nuestro trabajo, pero sí esas otras cosas. Utilicémoslas.
           

Ser asertivo no significa querer llevar siempre la razón, sino expresar nuestras opiniones y puntos de vista, sean estos correctos o no. Todos tenemos también derecho a EQUIVOCARNOS.

           










martes, 26 de junio de 2012

HABILIDADES SOCIALES






¿Cuál es la Importancia de las habilidades sociales en el desempeño profesional del orientador?


Este tema me parece realmente interesante y necesario de poder aclarar desde varios puntos de vista.
En el Wiki, vamos a poder realizar definiciones, características, componentes, cómo se evalúan estas H.S., cómo podría ser la intervención del orientador. Toda esa base nos servirá de apoyo para discutir a través de este foro, de qué manera las H.S. a través de un programa de entrenamiento podría funcionar en algunos casos en los cuales se requiera mejorar, adecuar o extinguir conductas indeseables o poco operativas para  determinado sujeto, mejorar así  niveles de tolerancia a las diferencias y a las frustraciones.


Mucha es la Importancia de las habilidades sociales en el desempeño profesional del orientador, ya que requiere para dar dentro del proceso de orientación y asesoramiento, cierto protagonismo fundamental al sujeto, así como hacerle sentir partícipe de su propio proceso de desarrollo.
Con todo ello lograremos que esté satisfecho con nosotros y de esta manera la satisfacción del usuario, nos provocará  una retroalimentación que nos permitirá mejorar en nuestras futuras sesiones orientadoras. (Autoevaluación-Autocritica)


Algunas de estas habilidades son:
Asertividad
Empatía
Escucha activa
Establecimiento del rapport
Autocontrol en muchos casos.


Dentro de nuestra cotidianidad, nos enfrentamos a diversas situaciones producto del roce social. Lo que muchos han dado a conocer como algo más que una interacción, un intercambio entre varias personas. Esa manera que elegimos para retroalimentarnos, resultante de esa relación con las demás personas.

¿Cuándo comienza realmente esa relación? ¿Antes de nacer?
¿Tendrán las H. S. un componente genético?

He leído que no, que depende básicamente de esa interacción del sujeto con el ambiente, de esos agentes sociales: llamados familia, escuela, amigos, el trabajo, los grupos, personas significativas. Y la motivación que de el provenga para relacionarse. (Socialización)

Lo que luego el llevara a su mundo interior, definiendo elecciones de relación favorables o no (juicio moral).
Si embargo, creo que sí podría haber un componente genético responsable de que algunas personas socialicen un poco más que otras, o de una manera más eficaz que otras. Ejemplo de ello tenemos la lengua materna, que se refuerza con la interacción social del individuo. A su vez hemos visto en los estadios de Piaget, como a través de estadios el sujeto va incorporando nuevos aprendizajes a los previos y a este proceso llamó adaptación y equilibrio. E incluso de la calidad de interacción social de la madre. Todo a su vez relacionado con las etapas del desarrollo.

No podría dejar de mencionar algo muy común en la vida escolar como lo es el Bulling,  o acosador.







Es preciso también tener claro que, cuando hablamos de niños con problemas en la habilidad social, es decir, en el establecimiento de vínculos adecuados conforme a lo esperado por su edad o cultura, no nos estamos refiriendo, sólo, al niño tímido, al niño retraído. 
En la base de las conductas de muchos niños agresivos (que no pueden catalogarse de tímidos precisamente), existe también una interferencia manifiesta para establecer vínculos sociales adecuados. 

En muchos niños antisociales o agresivos el proceso de socialización parece estar gravemente dificultado. Su adaptación conductual es, frecuentemente, inmadura y no parece que hayan aprendido las habilidades sociales clave necesarias para iniciar o mantener relaciones sociales positivas con los demás. Con frecuencia, los compañeros rechazan, evitan y/o castigan a los niños agresivos y, de este modo, los excluyen de las experiencias de aprendizaje positivo con los demás. Todo ello se traduce en un rendimiento escolar significativamente menor en este colectivo.






Lo que se concluye de todo esto es que los niños con dificultades en el aprendizaje y manejo de las habilidades sociales constituyen un colectivo heterogéneo no reducido a niños retraídos.

Otro factor que debemos tener en cuenta hoy en día es el entorno multicultural. Cada cultura tiene sus propias matizaciones acerca de como deben establecerse las relaciones entre las diferentes personas (según edad, sexo o parentesco). Es por ello, que a nivel de intervención orientadora, deberemos tener en cuenta estos aspectos.
Difícilmente podremos ayudar a un niño con problemas de relación en la escuela si proviene de un entorno cuyo funcionamiento es contrario o no coherente con el que intentamos enseñar.

Otro aspecto interesante para reflexionar es que si de esa relación humana se aprende, muy bien podemos lograr re-aprenderlas nuevamente.
¿Y de qué factores principalmente van a depender?
Considero, que uno primordial es la voluntad. La cual estará sujeta a ese sentimiento de autoestima que cada quien tenga de sí mismo. Ese será un punto importante.
Y repetimos algo que hemos mencionado ya, tiene que ver con:
 Autoconcepto + Autovaloración: Autoimagen.




Tengo una situación vivida hace semanas cuando iniciaba uno de los primeros semestres de Educación Inicial, entre el grupo hay una señora muy obesa, que requería suficiente espacio y adecuar el mobiliario para poder integrarse al grupo, ella es a su vez Lic. En Educación para las Artes Plásticas. El rechazo del grupo empezó a hacerse notorio, no sabía en principio si era por sus intervenciones o por su característica física que la hacían aún más diferente, como somos todos. Llegó al punto de quedar sin equipo para trabajar y sola, ocupando el escritorio.
Situación que me dolió y molestó profundamente, cuando mi filosofía de formación y de vida es de incluir, integrar, no la contraria.

Hablé con el grupo generalizando sobre el papel que vamos a desempeñar dentro de las aulas con los más pequeños, ¿como podemos tender puentes a estos niños tan distintos y diferentes sino podemos hacerlo con nuestros propios compañeros? Le pedí a algunas se unieran a ella y no quisieron, abiertamente me dijeron que no (eso era una real discriminación). Sólo una se movió dándole la espalda, eso para mi fue un puñal. Jamás había vivido una situación parecida. Y confieso, no supe cómo actuar en el momento. Sin embargo, traté de no perder el control y no dejarme llevar por la rabia que sentía e impotencia.
Me acerqué a L. P  demostrándole que estaba con ella, que yo sí la aceptaba. Pero, sé que no necesitaba mi aceptación, deseaba la de sus compañeros.
Empezaron las más jovencitas a ponerle sobrenombre a escondidas de ella, pero siempre se enteró al igual que yo. L. P. terminó por retirarse del grupo.

Por un lado, quise retirarme de la materia y no trabajar con ese grupo. Pero no pude. Sé que es un reto tratar de humanizarlos,  que de ellos brote sentimientos de tolerancia, de aceptación a las diferencias. Que deben y necesitan cultivar. Pero, entiendo que el foco es L.P. y esa relación afectiva  hacia ella misma lo que le impide fortalecer su personalidad, esa actitud y restarle el valor a todo eso que venga desde afuera. La busqué, he hablado varias veces con ella. Haciendo énfasis en todas las cualidades que posee, su rapidez, capacidad de análisis, sensibilidad, (tal vez sea eso lo que realmente molesta al grupo y no su obesidad aparente). Pero, reconstruir su autoestima es un proceso que necesita re-aprender,  tal vez ha sido negativamente desde su nacimiento o infancia manejado de la manera menos indicada. Puede cambiar. Necesita mejorar esa relación Intrapersonal, conocerse, saberse, aceptarse con cada una de sus características. Aún la espero en clases.








Referencias:


ENTREVISTA A UN ORIENTADOR
http://www.unizar.es/proactividad/trabajos_alumnos/10-11/Instituto_Aragones_de_la_Juventud2.pdf

HABILIDADES SOCIALES
http://www.monografias.com/trabajos12/habilsoc/habilsoc.shtml

SOCIALIZACIÓN
http://es.wikipedia.org/wiki/Socializaci%C3%B3n

HABILIDADES SOCIALES
http://es.scribd.com/doc/98092229?secret_password=i4k92pc60wxwc957fc8





Importancia de las (H.S.) Habilidades Sociales en las relaciones interpersonales




  
¿Qué son las habilidades Sociales?


Especialmente interesante la definición de Rinn Markle (1.979) en cuanto recoge la idea básica de un conjunto de comportamientos aprendidos y adquiridos:

“La expresión Habilidades Sociales se refiere a un repertorio de comportamientos verbales y no verbales a través de los cuales los niños incluyen en las respuestas de otros individuos (compañeros, padres, hermanos, etc.) en el contexto interpersonal. Este repertorio actúa como un mecanismo a través del cual los niños inciden en su medio ambiente obteniendo, suprimiendo o evitando consecuencias deseadas y no deseadas en la esfera social... En la medida que tienen éxito para obtener las consecuencias deseadas y evitar o escapar de las no deseadas sin causar dolor a los demás, se considera que tienen habilidades sociales”.


En definitiva, podemos apuntar las siguientes características nucleares para la comprensión de las habilidades sociales: 


Componentes esenciales de las Habilidades Sociales

1 Las Habilidades Sociales se adquieren principalmente a través del aprendizaje (mediante observación, imitación, ensayo y también información).

2 Incluyen comportamientos verbales y no verbales, específicos y discretos.

3 Suponen iniciativas y respuestas efectivas y apropiadas.

4 Aumentan el reforzamiento social (por ejemplo, las respuestas positivas del propio medio social).

5 Son recíprocas por naturaleza y suponen una correspondencia efectiva y apropiada.

6 Su práctica está influida por las características del medio. Es decir, factores tales como la edad, sexo y el estatus del receptor afectan la conducta social del sujeto.

7 Los déficits y excesos de la conducta social pueden ser especificados y objetivados a fin de intervenir.


Pese a estas claves definitorias de las habilidades sociales, hay que tener en cuenta que, frecuentemente, se utilizan términos como “competencia social”, “asertividad”, “retraimiento social”, etc. para referirse al mismo fenómeno.





Es preciso también tener claro que, cuando hablamos de niños con problemas en la habilidad social, es decir, en el establecimiento de vínculos adecuados conforme a lo esperado por su edad o cultura, no nos estamos refiriendo, sólo,al niño tímido, al niño retraído. 

En la base de las conductas de muchos niños agresivos (que no pueden catalogarse de tímidos precisamente), existe también una incapacidad manifiesta para establecer vínculos sociales adecuados. 

En muchos niños antisociales o agresivos el proceso de socialización parece estar gravemente dificultado. Su adaptación conductual es, frecuentemente, inmadura y no parece que hayan aprendido las habilidades sociales clave necesarias para iniciar o mantener relaciones sociales positivas con los demás. Con frecuencia, los compañeros rechazan, evitan y/o castigan a los niños agresivos y, de este modo, los excluyen de las experiencias de aprendizaje positivo con los demás. Todo ello se traduce en un rendimiento escolar significativamente menor en este colectivo.




Lo que se concluye de todo esto es que los niños con dificultades en el aprendizaje y manejo de las habilidades sociales constituye un colectivo heterogéneo no reducido a niños retraídos.


Otro factor que debemos tener en cuenta hoy en día es el entorno multicultural. Cada cultura tiene sus propias matizaciones acerca de como deben establecerse las relaciones entre las diferentes personas (según edad, sexo o parentesco). 


Es por ello, que a nivel de intervención psicológica, deberemos tener en cuenta estos aspectos. Difícilmente podremos ayudar a un niño con problemas de relación en la escuela si proviene de un entorno cuyo funcionamiento es contrario o no coherente con el que intentamos enseñar.



Evaluación de las Habilidades Sociales









La evaluación de las habilidades sociales debe fundamentarse en diferentes tipos de registros y observaciones. 

En un primer momento, la entrevista con los padres nos proporcionará una primera información relevante acerca de las características del niño y su historia evolutiva y circunstancias actuales.

También es importante la entrevista con el maestro o tutor del niño que nos aportará datos de su funcionamiento con sus iguales.

Otro procedimiento es el de preguntar a sus iguales u otras personas relevantes, según lo siguiente:


Procedimiento: Descripción de la técnica:
Nominación por los iguales Se trata de preguntarle al niño acerca de sus compañeros dentro del grupo. Debe de elegir (nominación positiva) o rechazar (nominación negativa) dentro de un listado construido en base a un criterio predeterminado.


Puntuación por los iguales La técnica consiste básicamente en que cada sujeto puntúa y valora a todos los compañeros de su grupo. Cada alumno recibe una lista de todos sus compañeros y se fijan una serie de criterios (por ejemplo, cuánto te gusta jugar/trabajar con...). Se utiliza una escala Likert con gradaciones de 3 a 7 puntos. De esta forma podemos valorar la "aceptación media" de un sujeto por parte de su grupo de iguales.


Técnica del "Adivina quien" Se parte de una lista escrita o verbal de ítems que describen determinadas conductas (positivas y/o negativas). Cada alumno describe o dice el nombre del niño que mejor responde a cada una de las descripciones y según su opinión. Por ejemplo: ¿adivina qué niño está siempre sólo en el recreo?; ¿Adivina qué niño se pone nervioso cuando le preguntan en clase?


Con el niño podemos utilizar autoinformes. 
En el caso de adolescentes y adultos disponemos del EHS: Escala de Habilidades Sociales.

Puede ser también necesario evaluar cual es el nivel de autoestima del niño. Con frecuencia la falta de recursos sociales lleva anexo la desmotivación, bajo autoconcepto e incluso depresión.






Intervención del orientador en 
aprendizaje Habilidades Sociales


Ya hemos justificado la necesidad de ayudar a los niños con dificultades en este terreno para que logre alcanzar un desarrollo positivo en el terreno social, laboral y afectivo.

Debemos también, antes de proceder a la intervención, averiguar cual puede ser el origen del problema y cuales los factores de riesgo.

Hay niños que viven en entornos marginales o en familias desestructuradas que tienen asumido modelos coercitivos de interacción, donde las relaciones entre personas se rigen por el principio de superioridad física.

En otro orden, hay niños que han sufrido carencias afectivas severas en la infancia y que aprenden a reaccionar a las “agresiones” del mundo externo retrayéndose a casi todo contacto y, por tanto, perdiendo oportunidades de aprendizaje.
Otros niños, con dificultades en la relación social, provienen de familias normalizadas, son los niños que desde pequeños se catalogan de “tímidos”.


Finalmente hay niños que sencillamente no comprenden la interacción social o lo hacen de forma muy sesgada y bajo sus propios intereses. En concreto nos referimos a niños del espectro autista (Síndrome de Asperger). Evidentemente, en este último caso, estaríamos delante de un trastorno clínico y no de un problema de habilidades sociales aunque éstas se den asociadas y necesiten también intervención


Variables importantes a tener en cuenta:Hay factores otros factores que debemos tener en cuenta antes de trazar el plan de intervención. Siguiendo a algunos autores destacaremos 3 variables fundamentales:



1-Locus de Control
Este factor define la medida en que una persona percibe que las consecuencias están controladas por ella misma o por los demás.

Lo que nos interesa aquí es que cuando una persona cree que las consecuencias de lo que le pasa es en cierta medida debido a sus propias conductas o decisiones, puede entender que cambiando alguna de ellas puede mejorar (locus control interno).

Contrariamente, si una persona cree que por mucho que ella misma haga o se proponga, no cambiará nada debido a factores fuera de su control (locus de control externo), entonces se autojustifica la desesperanza o la inutilidad de tomar decisiones propias.

La conclusión es que, por regla general, cuanto mayor es la creencia de control interno de un niño (por ejemplo, que la forma en que se comporta influye en su ambiente), también son mayores sus probabilidades de ser asertivo y de desarrollar además un repertorio socialmente efectivo y apropiado. Por su parte, un locus de control externo estaría relacionado con los conceptos de indefensión y desesperanza.

El fracaso para controlar el propio ambiente interpersonal puede conducir a una posible depresión, retraimiento social y extinción de las respuestas sociales adaptativas.

Por tanto, el locus de control es un factor fundamental. En el caso de que se sitúe en el extremo externo debemos, en la medida de lo posible, trabajarlo para que sea el niño quien se vea capaz de cambiar las cosas.


2-Irracionalidad
Otra variable que relacionada con la competencia social, la desesperanza y el comportamiento desadaptativo es el desarrollo de creencias irracionales.

Siguiendo la propuesta de Ellis (1.971), “las creencias irracionales están recíprocamente implicadas en las conductas maladaptadas.” 

Por ejemplo, una persona que siente la necesidad de “ser amada por todo el mundo” o para la que “las desgracias más insignificantes son desastrosas”, se comporta en consonancia con tales creencias irracionales. 

Lo que es aún más importante, un niño que haya desarrollado un sistema de creencias irracionales se puede comportar de forma no adaptada a la situación, utilizando respuestas pasivas (inhibición) o agresivas. 

Los niños con más creencias irracionales serán, por tanto, los que dispongan en su repertorio de un menor número de respuestas asertivas y, en consecuencia, presenten mayores dificultades en la relación social.


3-Nivel de Inteligencia
Inteligencia y habilidades sociales están también estrechamente unidas. 
Los niños que rápidamente aprenden y se adaptan, empiezan a desarrollar unos repertorios interpersonales efectivos para alcanzar sus objetivos, lo cual puede verse reflejado en su rendimiento escolar o social. 

Igualmente parece darse una relación positiva entre nivel de inteligencia y locus de control interno, es decir, los niños más inteligentes percibirían en mayor grado que su propia actuación es el elemento principal para cambiar las cosas.

Otro parámetro que correlaciona positivamente con la inteligencia es el nivel de asertividad.




Finalmente, señalar que se han utilizado muchos procedimientos de enseñanza para desarrollar las habilidades sociales. 

Su objetivo común es enseñar comportamientos específicos relacionados con la interacción social, no obstante, existen dos modelos generales a los que se adscriben los diferentes sistemas. 

El primero entiende el problema como una cuestión de déficit en el conocimiento de habilidades sociales. 

El segundo, considera que el niño ya dispone del conocimiento de las habilidades requeridas pero experimenta unos estados o procesos emocionales, afectivos o cognitivos opuestos que interfieren en la expresión o aplicación de sus capacidades.


En base al estudio de todos estos factores ya podemos definir un plan de actuación ajustada al niño o joven en el que queremos fomentar el aprendizaje de Habilidades Sociales. 








PLANTEAMIENTO  DE LA INTERVENCIÓN

Iniciar un programa de intervención en Habilidades Sociales en niños y/o adolescentes eficaz, pasa a nuestro entender por una doble vía.

1º- Trabajo individual: Es necesario conocer la historia del individuo, los factores de riesgo y las variables antes mencionadas (locus, creencias, autoestima, inteligencia, etc.). 

En función de los resultados, debe establecerse la correspondiente intervención individual para corregir los déficits encontrados. 

Por ejemplo, un niño con un locus de control externo, debe someterse a un entrenamiento cognitivo para intentar un control interno, es decir, empezar a creer que él puede, con las ayudas necesarias, influir sobre lo que le pasa, sobre el mundo exterior.

En otros casos se tendrá que intervenir si hay una baja autoestima o desesperanza asociada.

Por lo general, las diferentes técnicas cognitivo-conductuales, pueden ser de gran utilidad. Recomendamos, según el caso, las de autoinstrucciones, las de resolución de problemas, modelado, imitación, entrenamiento, etc. También pueden introducirse elementos de las estrategias paradójicas. Las técnicas más conductuales (refuerzo, extinción, etc...) nos servirán para potenciar algunas de las estrategias anteriores o complementar el trabajo.

Recordamos que estas técnicas sólo pueden ser aplicadas por los psicólogos u otros profesionales de la salud mental con formación específica en este terreno.

2º- Trabajo en grupo: Si queremos trabajar las habilidades sociales, es evidente, que parte de la actuación que lleva a cabo el profesional es mediante su práctica en grupos. 

Existen diferentes programas estructurados que paso a paso ponen en práctica las diferentes habilidades. 

La escenificación en grupo bajo el control y modelado del terapeuta suele ser muy eficaz. No obstante, el reto principal va a ser lo que denominamos “generalización”, es decir la capacidad del niño para trasladar lo aprendido en una situación estructurada a su ambiente natural.

Una de las ideas básicas de la enseñanza de habilidades sociales consiste en que los niños aprenda colectivamente la diferencia entre el comportamiento social pasivo, agresivo y asertivo. 
En el primer caso el niño debe darse cuenta que es un observador pasivo, que no se expresa a sí mismo y deja que los demás le manden y no suele defender sus intereses. 

En contra la asertividad supone dejar que los demás sepan lo que sientes y piensas de una forma que no les ofenda, pero que al mismo tiempo te permita expresarte. También significa defender los propios derechos de una manera justa y sincera sin que los demás se aprovechen de uno.

Todo ello puede escenificarse en juegos de rol-playing en los que se expongan diferentes situaciones sociales relevantes. 

Este trabajo debe ser complementado con los deberes para casa y las instrucciones pertinentes para motivar al niño que aplique lo aprendido en diferentes situaciones. El seguimiento del terapeuta, las instrucciones a la familia y el asegurarse unos primeros logros es fundamental para seguir avanzando.

Un programa estructurado de aprendizaje de habilidades sociales puede desglosarse en diferentes sesiones trabajando aspectos concretos, por ejemplo:

-Dar y recibir cumplidos
-Expresar quejas de forma eficaz y adecuada al contexto
-Saber decir “no”
-Pedir un favor
-Preguntar por qué de forma adecuada
-Pedir a compañeros o amigos el cambio de conductas que nos perturban
-Defender nuestros derechos
-Iniciar una conversación con alguien que nos interesa
-Desarrollo de la empatía
-Las habilidades sociales no verbales (gestos, mirada, distancias, vestuario, etc.)
-En adolescentes: Establecer relaciones con el sexo opuesto
-Tomar decisiones de forma racional
-Saber afrontar los conflictos 











Referencias:
HABILIDADES SOCIALES
http://213.0.8.18/portal/Educantabria/RECURSOS/Materiales/Biblinter/HABILIDADES.pdf

http://es.scribd.com/doc/98092414?secret_password=2ewd2ut4qlxe30crrh1a

http://es.scribd.com/doc/98092229?secret_password=i4k92pc60wxwc957fc8

http://www.monografias.com/trabajos12/habilsoc/habilsoc.shtml

http://docencia.izt.uam.mx/egt/publicaciones/capituloslibros/Hacia%20donde%20va%20la%20Teor%EDa%20Social.pdf





miércoles, 20 de junio de 2012

Qué se necesita para vivir tranquilo?





Dentro de tantas cosas que nos corresponde tratar de resolver a lo largo de nuestra vida, sin duda, una de las que más complejas nos puede parecer llevar a cabo es poder vivir tranquilo. 

Si pensamos por un momento, que significa esto, la respuesta no resulta nada fácil, ya que la determinación de las situaciones, está supeditada a las caracterísitcas y vivencias de cada persona. En mi caso, y para poder responder en parte a lo que he planteado, creo que las cosas pasan por:


Asumir que no somos seres infalibles, que dentro de todo lo que debemos hacer, indidablemente habrá espacio para el error, y no tengo dudas, que éste proceso se repetirá varias veces. Lo importante, es poder enmendar el rumbo y sacar de cada situación, la debida enseñanza, para que luego, nada de esto, pueda ser motivo de conflictos.


También esta, la manera en que nos relacionamos y como resolvemos nuestras diferencias. La idea, es entender, que las relaciones deben entenderse desde la inclisividad, a pesar, de que no todas las personas sean parte de nuestro mundo más cercano, pero en cada caso, de manera directa o indirecta, debemos vivir con ellos y tratar de ser tolerados y tolerantes. La base de toda buena relación, es no causar problemas, para no ser molestado.


Aprender de las diferencias y de la variedad de puntos de vista, las cosas no son de una sola manera, y aunque no nos pueda gustas algo, es sano y prudente considerar, que las situaciones, no siempre han de llevar nuestro sello, ni tampoco nuestro modo.


Saber perdonar, de manera significativa, a quienes más daño te causan, los que por una u otra razón, se han preocupado de denostarte, de dejarte mal, de excluirte y de reiterar sus rabias, incluso por razones que desconoces, en lugares donde no estás para rebatir sus procedimientos. Pero la verdadera tranquilidad, es la que emana de tu capacidad de perdonar, por más abatido que puedas estar. La permanencia de la rabia en tu vida, es señal de involución, y dolor, dolor acunado al amparo de la desdicha y el olvido de tus creencias.


Poder pedir disculpas, perdón o simplemente saber callar. Dentro de las cosas más difíles, sin lugar a dudas, están los elementos descritos en el reglón anterior, y que demuestran en sí, que si se plantean y se vives de corazón, será posible continuar en la vida, por pedregoso que pueda parecer el camino. Si bien, no tenemos garantizado nada en el futuro, de este modo, se puede allanar el andar.


Desprenderse de las cosas que nos atan a lo material, no se trata de enarbolar banderas con votos de pobreza, pero si dar sentido a lo que se tiene. No vale de nada poseer, mediante la desdicha o el dolor de las personas. De nada sirve la alegría, si es a costillas del llanto del resto.


Aceptar a tu familia, entenderla y asumirla como parte de tu transitar, más allá de lo que te parezca o supongas como correcto, nada de lo que suponemos como tal es definitivo, no puedes imponer tus puntos de vista, a quienes te han de acompañar en todo el periodo que tengas de vida.


Cultivar a los amigos, verlos y quererlos, pero siempre, entendiendo que son un regalo. Visitarlos y abrasarlos, en el buen sentido de la palabra, son el sentido de tus actos, sobre todo, cuando ya nada parezca que tiene razón de ser.


Darse tiempo para el amor, querer a una mujer u hombre y formar una familia. Si esto resulta, la tarea está cumplida, porque trabajaras por ello para toda la vida, si desistes, es no que no partiste como debías.